La paisajista convocada para refaccionar esta terraza fue Ernestina Anchorena. Se trataba de un edificio nuevo, pero sin un estilo muy definido, y con elementos fríos como el vidrio, hormigón y chapa. La clave era la vista del río, algo que sin duda era necesario destacar y proyectar. El espacio era generoso, pero diseminado y sin función precisa. Anchorena nos comparte sus claves para hacer que este espacio se transforme por completo en estética y funcionalidad.